martes, 18 de marzo de 2008

Autoridades gubernamentales y judiciales de Guatemala ocultan asesinato de campesino en Livingston, Izabal

A diferencia de la agilidad con la que el Ministerio Público ha acumulado acusaciones en contra del líder campesino, Ramiro Choc, ahora, a un día de haber sido asesinado el campesino Mario Caal Bolón en Livingston, Izabal, este organismo, violando su ley orgánica, se niega a recoger las evidencias en el lugar en donde sucedieron los hechos para encubrir la ejecución extrajudicial perpetrada por el ejército y la policía nacional civil, ello para no contradecir las declaraciones del portavoz del ministerio de gobernación, quien negó el asesinato, expresando que” ningún cadáver ha ingresado a la morgue”.

De la misma manera y en complicidad con el gobierno de la UNE, el juez que tiene a su cargo la jurisdicción en donde sucedió el asesinato, se niega a realizar las indagaciones correspondientes y el respectivo traslado del cuerpo a la morgue, a pesar de que delegados de la Procuraduría de los Derechos Humanos se han hecho presentes en la comunidad en donde se encuentra el cadáver del campesino Mario Caal Bolón.

De esta forma se evidencia que cuando se trata de garantizar los derechos de las comunidades indígenas y campesinas, el Estado de Guatemala actúa lentamente, permitiendo la impunidad de los violadores de derechos humanos y, cuando se trata de reprimir a estas comunidades, actúa de manera pronta y violenta.

Por tal razón denunciamos la total complicidad de las autoridades gubernamentales y judiciales para ocultar este asesinato, y llamamos a la comunidad internacional y a las organizaciones de solidaridad nacional e internacional a mantener la vigilancia sobre este hecho y la problemática agraria en la región Q’eqchi’


COMITÉ DE UNIDAD CAMPESINA -CUC-
UNION VERAPACENSE DE ORGANIZACIONES CAMPESINAS
-UVOC-
BLOQUE ANTIIMPERIALISTA


16 de marzo de 2008

1 comentario:

Anónimo dijo...

En lugar de esclarecer el asesinato de ese campesino invasor, los gobernantes deben esclarecer los múltiples asesinatos de gente inocente. Debemos velar por el bien común, tanto de la ciudad, país y la humanidad. Alto a Ramiro Choc y sus ideas violentas, fatuas, absurdas y detestables.